Practiquemos regularmente el ejercicio de distanciarnos de lo "normal" para analizarlo. Vista de lejos, la normalidad no parecerá tal. Miremos críticamente la sociedad, así nos daremos cuenta de que nuestro mundo - tal y como lo conocemos- es un absurdo y está de cabeza... pero podemos cambiarlo.

8 mar 2011

presunto culpable o la estética de la miseria

¿Cómo ignorar un operativo de Estado de esta magnitud si en los vagones del Metro sombras --esas mismas sombras que van y vienen en horas lúgubres-- se te avalanzan haciendo la oferta?

--¿Ya la vió?

--¡Está censurada!

--¡Qué bárbaro! ¿En dónde estamos? ¿Hace cuánto que no veíamos esto?

Otra vez Kalimba.

-Matízale, maik, matízale:

1. Tuvo que iniciarse una revolución en forma en el Magreb para que, acá, los migrantes pudieran treparse a La Bestia y ocurriera la popularización de la denuncia cinematográfica contra el poder judicial.

2. Principales consumidores:

familias de jodidos con algún pariente en cana, aquí o en los gabachos.

La miseria representada en esa estética.

--Y el Nestor del Buen del derecho criminal, ese güerito que se populariza en "buena onda" por decir "¡no mames!". La esperanza del legalismo, el pudor de la clase media.

Por lo demás, una visión de la prisión en donde ese "caso particular" (Zúñiga) que es víctima de la injusta justicia "en México" encuentra "el bien" ahí adentro y aprende el oficio de bailarín. Lejos, pues, de los presidios reales en donde cada día mueren "por riña" decenas de presos.

¡Como si el problema de las prisiones, esos infiernos para quebrar la voluntad de los subalternos, fuera "la corrupción del sistema judicial"!

Lo demás, una sarta de lugares comunes que lindan con "casos de Alarma":

el Juez entre la rejilla y sus clases de Orientación Vocacional en alguna secundaria técnica de 1970.

El policía-gorila de espaldas de estrangulador y pulgar de gatillero.

Etcétera, etcétera.

Concentrados en el film los signos opositores del Estado:

la Carmen Aristegui,
el leguleyo "buena onda" egresado del Colegio Madrid,
como uno que se preocupaba por los jiotes de sus obreros
y les recomendaba que se alimentaran racionalmente.

¡Chale!

Forma por contenido.

Distractores.

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