Tras los reportajes in situ de Loret de Mola en "El cuerno de África", de seguro las víctimas de La Vela Perpetua abrirán nuevas Sociedades de Beneficencia para colmarse el corazón rebosante de caridad y solidaridad; estrategia comunicativa, la de Mola y sus patrones de Televisa, cuya única finalidad consiste en distraer la atención mundial del genocidio de la OTAN en Libia y de la sorpresa que se llevaron los invasores y sus huestes mercenarias cuando perdieron el rastro de Muamar Kadafi y dos de sus hijos combatientes. De hoy en adelante, gringos, franceses y mercenarios tendrán que vérselas con La Pachona si decididos están a pernoctar en las calles destruídas de la histórica capital Trípoli.
Y que no vengan ahora con sus puterias aquellos libertarios que preferirían una sociedad horizontal y colectiva, sin dictadores ni guerras, sin jerarquías ni leyes. En este momento, sin duda, todos somos Kadafi.
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