Practiquemos regularmente el ejercicio de distanciarnos de lo "normal" para analizarlo. Vista de lejos, la normalidad no parecerá tal. Miremos críticamente la sociedad, así nos daremos cuenta de que nuestro mundo - tal y como lo conocemos- es un absurdo y está de cabeza... pero podemos cambiarlo.

1 oct 2011

Contra el paramilitarismo fascista

El Estado mundial ha declarado que utilizará las mismas tácticas que los terroristas para luchar contra ellos, y de hecho lo está haciendo. Lo que es esencial precisar es quiénes son considerados terroristas y contra quién se ha desatado la guerra: todo aquel que cuestione el orden establecido y/o se oponga a los intereses del capital. En suma, se trata de una política de exterminio que se dirige contra la sociedad en su conjunto. 

Una de las tácticas empleadas es la conformación y actuación de  grupos paramilitares.

En México, todos los partidos políticos legales ya aceptaron de hecho la presencia de grupos paramilitares en el país. En esta ocasión, excepcionalmente, están diciendo la verdad. Sin embargo, consideramos que tales partidos no deberían conformarse (aunque quizá sea mucho pedir) con hacer llamamientos para investigar a los grupos paramilitares, deberían exigir su descabezamiento. Por su parte, Blake Mora se conforma con reconvenir a éstos comandos fascistas que, bajo el mando de la DEA y el gran capital, están aplicando su propia ley, una ley retrógrada que nostalgia la vuelta al porfiriato.

¿Podemos confiar en el supuesto papel protector del Estado como garante de la seguridad de los ciudadanos? No cuando ha demostrado la eficiencia de sus cuerpos represivos en su fingida tarea de cuidar a la sociedad: alrededor de 40,000 personas asesinadas a quienes falsamente se cataloga como delincuentes o “daños colaterales”.

Ante el hecho objetivo del Estado armándose fuertemente y atendiendo al principio que establece que las armas no se obtienen y desenfundan sino sólo cuando se está pensando en utilizarlas, concluimos que la política por la vía de la guerra contra la población es una realidad materializada y en proceso de desarrollo hacia el fascismo.

La función histórica de la toma del poder por los fascistas consiste en modificar por la fuerza y la violencia las condiciones de explotación capitalista a favor de los grupos representantes del capital. Se vuelve entonces necesario arreciar la represión a los sectores más conscientes y combativos de la sociedad para la instauración del régimen fascista.  

Contra el terrorismo de Estado ejercido por la vía paramilitar en el país sería conveniente que la parte de los explotados de la sociedad mexicana tomara un papel activo y, como medio de sobrevivencia, se planteara la necesidad de construir formas básicas de autodefensa. Apuntamos aquí el ejemplo de los partisanos que se enfrentaron a los grupos fascistas en Europa el siglo pasado.

¿O vamos a estar esperando a que, camuflados en la confusión, empiecen a estallar bombas en el metro?

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