Apuntes sobre el capital: Del desarrollo de las fuerzas productivas y la negación del capital por el General Intellect en la industria de la muerte.

*Leyes

De celebrar a estas alturas del tomo III de El Capital el modo en que se "ponen" las leyes de lo impredecible en medio de la disputa por la plusvalía social o competencia entre las distintas facciones de capitalistas según sus funciones, en tanto la masa de productores directos admite como inercia natural o tradición-costumbre su condición de asalariados.

*Supresión del trabajo vivo en las categorías burguesas

Quien no estudie El Capital como una disección a profundidad de las categorías fetichizadas que brotan espontáneamente de las relaciones sociales capitalistas, entonces pensará que su materia trata de pura "economía"... Y así, mientras en el tomo I se devela el modo en que la categoría de "salario" o "precio del trabajo" oculta y cosifica la relación de explotación de la fuerza de trabajo por el capital; en el comienzo del Tomo III se descubre de qué manera tras la categoría de "precio de costo" se impone la interpretación del capitalista sobre el hecho productivo (el precio de costo indica lo que le cuesta al capitalista producir la mercancía y no lo que le cuesta a la sociedad si se incluye en ese costo el excedente o plusvalía) y se mezclan en uno sólo los orígenes del capital constante y variable --confundidos en la categoría circulatoria de capital circulante--, borrándose toda huella del trabajo humano vivo que crea nuevos valores. Podríamos concluir de ahí que la acumulación capitalista está obligada a borrar toda huella del trabajo vivo para adjudicárselo a la Cosa ("La bestia"). De ahí su desmemoria por la historia que es obsesión memoriosa por el Mito.

*Transiciones

Debemos reconocer que la nueva industria de los trasplantes de órganos y tejidos humanos para la longevidad de los capitalistas generó en algún momento --y pese a las ventajas competitivas con que se contaba en los centros sanitarios públicos y privados (dato que alumbra pistas para el rastreo sobre los orígenes de esta industria)-- la posibilidad de "una cierta democratización del capital" en la que el desarrollo del conocimiento y la tecnología hicieron posible la asociación productiva para el lucro entre carniceros y camilleros, médicos, enfermeras y anestesistas, vendedores de paletas (por aquello del refrigerador), choferes y policías desempleados todos ellos o inconformes con sus salarios en medio de la bonanza espectacular del espectáculo... E incluso habría que discutir si es pertinente concebir todo ese proceso que produce tales asociaciones naturales como una pura "democratización del capital" o si es mejor mirarlo con los ojos de Negri en su visión del General intellect y llegar a la conclusión de que asistimos en esta transición al fin del capital variable y de la plusvalía.