La represión estatal en contra de los movimientos populares en San Miguel Atenco (3 de mayo de 2006) y en la Universidad Nicolaíta de Morelia (28 de abril de 2012) coinciden en que se produjeron, con unos días de diferencia, en la víspera de las elecciones presidenciales. Tal coincidencia demuestra que la mínima apertura política del régimen (y no otra cosa es la coyuntura electoral que, ya de por sí, agudiza y hace visibles las contradicciones entre los distintos partidos políticos en el poder) se desborda y llega a la violencia. En México, hoy, pensar en un proceso electoral democrático y en paz, es no tener idea de nada o estar haciéndose pato. Los tres partidos en competencia (al cuarto ni lo contamos) son representantes de los intereses del capital. Con sus particularidades cada uno, defienden los intereses del sistema capitalista. Por tanto, por las buenas o por las malas (y en este punto de la crisis, es casi siempre por las malas), buscan el sometimiento de las multitudes asalariadas. En ese objetivo sí que se unifican los partidos políticos legales:
En Morelia, antier, se vio el modo en que los priístas pretenden poner orden en la sociedad mexicana. Son ellos históricamente asesinos de estudiantes. En Morelia también actuó la Policía Federal que es panista, Y los perredistas doblados, supuestamente fortísimos en su estado de origen, calladitos como p...
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