gran documental de Everardo González sobre el respetable oficio de ladrón (que no ratero... ándese con cuidado y no confunda...) y la inteligencia, astucia, pericia técnica, sangre fría y sentido de la improvisación que se requiere en esas peligrosísimas artes del Zorro... Mi padre, que fue preso político y estuvo en Lecumberri por casi dos años, siempre nos contó su admiración y amistad con y por los zorreros que deslizaban sus pasos sigilosos y felinos en el interior de las grandes residencias privadas para saquearlas completamente de joyas y billetes mientras los moradores roncaban; evitaban zafarranchos y violencia con perseverancia de orfebres. Gente muy limpia que se pasa por el arco del triunfo a la sacrosanta propiedad privada, y en eso comunistas. Cuenta mi padre que estos zorreros eran gente lúcida y de buenos modos, su oficio los dotaba de una capacidad de observación profunda y aguda. Miraban adentro, pero también todo el tiempo afuera. Y era admirable su lema de no quitarle nunca al que no tiene, sino a los que tienen de sobra, "ladrón que roba a ladrón", más su código concentrado contra chivatos y soplones . ¡Vaya pues por estos artistas en extinción Efraín Alcaraz "El Carrizo", Arcadio Ocampo "Xochi", "El Burrero", a quien 38 años en La Grande no bastaron para doblarlo..., y jorge Calva Márquez "El Fantomas".
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