Con esto de las noticias y el caso de la aparición del cadáver de la niña Paulette (el ánimo de las familias de la narcoburguesía), recurrimos a Cooper --el antipsiquiatra aquel de fines de los años setenta-- en La muerte de la familia. Ahí puede leerse:
"La locura del otro se vuelve propiedad común, es nuestra locura".
Y luego:
"La verdad es una locura indecible.
La verdad es un despertar letal.
La verdad es la muerte hecha viable".
Se ponen changuitos para que el día que toca al amasiato y al clandestinaje no ocurra nada en la familia que lleve a las averiguaciones. En manos de los paparazzi, la vida privada de l@s espos@s se transforma en culpa y materia de extorsión. No en balde lo culto es lo o-culto.
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