Desde la prohibición de participar en la elección al partido más popular, hasta irregularidades el día del comicio, incluyendo muchos informes de relleno de urnas, así como impedir que numerosos electores ejercieran el voto, estas elecciones fueron una farsa obvia desde el principio hasta el final, dijo Mark Weisbrot, co director del Centro de Investigación Política y Económica, en un comunicado.
Se les olvida a estos observadores internacionales apuntar entre las "irregularidades" la ocupación militar de Haití por tropas de la ONU, y la omisión es grave pues ignora el hecho constituyente del nuevo orden imperial en el que son las tropas mundiales las que hacen las veces del gobierno provisional revolucionario con su Asamblea Constituyente. El modelo imperial, pues, funda el nuevo orden desde su brazo militar mundial y en el cumplimiento de exterminar a los esclavos que anhelen ser libres.
Si Haití fuera una excrecencia insignificante en el mundo, como deben suponer algunos demócratas que ignoran olímpicamente su suerte... pero, junto a Afganistán y a Irak, parece ser más bien el paradigma global de los procesos electorales y la reconfiguración estatal por vía de la ingeniería militarizada de los Cascos Azules.
Pronto aparecerán esos extraños observadores internacionales pidiendo la presencia de Cascos Azules en el norte de México. Nuestros vividores demócratas quizá llamen entonces desde el IFE a comicios limpios en Ciudad Juárez, y todo con ayuda sanitaria de médicos cubanos.
La revolución actual, como se ve en Haití, también es por su forma mundial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario