Practiquemos regularmente el ejercicio de distanciarnos de lo "normal" para analizarlo. Vista de lejos, la normalidad no parecerá tal. Miremos críticamente la sociedad, así nos daremos cuenta de que nuestro mundo - tal y como lo conocemos- es un absurdo y está de cabeza... pero podemos cambiarlo.

24 nov 2010

nueva visión mundo

Pero lo que para Engels es imposible (2 + abajo) para Antonio Negri y Michael Hardt, un siglo más tarde, constituye la sustancia de las luchas transformadoras del nuevo modo de producción por la vía de la hegemonía del trabajo inmaterial y la valorización capitalista de afectos y relaciones, sentimientos. La lucha contra el trabajo que en tiempos de Engels condenaba a los pocos obreros dementes que optaban por abandonar la chamba para morirse de hambre, alrededor del año de 1968 se convirtió en parte del programa de los movimientos sociales. Escriben Hardt y Negri:

El régimen disciplinario ya no lograba contener las necesidades y los deseos de la gente joven. La perspectiva de obtener un empleo que garantizara un trabajo regular y estable de ocho horas diarias y cincuenta semanas anuales durante toda una vida laboral, la perspectiva de entrar en el régimen normalizado de la fábrica social, que había sido el sueño de sus mayores, se presentaba ahora como un espacio de muerte. El repudio masivo del régimen disciplinario que adquirió una variedad de formas, no fue únicamente una expresión negativa, también constituyó un momento de creación, que Nietzche llamó "una transmutación de todos los valores" (Imperio, p-254, cap 12)
Entendido como una transformación del modo de producción, la perspectiva cambia sensiblemente. Es posible trascender la visión miope de aquellos que siguen mirando al Norte como algo "revuelto y brutal", ¿o cómo iba? (La visión bolivariana que mira al Sur por lo que de gobierno tiene, pese a que las tropas brasileñas dirijan las operaciones de los Cascos Azules en Haití).

Para Hardt y Negri en la obra citada la cosa es distinta:

La respuesta estriba en gran parte... en el  poder y la creatividad del proletariado de los Estados Unidos. Así como anteriormente decíamos que la resistencia vietnamita podía entenderse como el centro simbólico de las luchas, ahora, al referirnos al cambio de paradigma del mando capitalista internacional, podemos decir que el proletariado estadounidense se manifiesta como la figura subjetiva que expresó de la manera más acabada los deseos y necesidades de los trabajadores internacionales o multinacionales. En contra de la idea comunmente difundida según la cual el proletariado de los Estados Unidos es débil a causa de la baja representación partidaria y sindical que hay en ese país en comparación con la que existe en Europa y en otras partes, tal vez deberíamos considerarlo fuerte por esa misma razón. El poder de la clase obrera no está en las instituciones representativas, sino en el antagonismo y la autonomía de los trabajadores mismos. Esto es  lo que determinó el poder real de la clase obrera industrial estadounidense. Además, la creatividad y el carácter conflictivo del proletariado también estuvieron presentes, y quizás esto sea aún más importante, en las poblaciones de trabajadores que no pertenecían a las fábricas.

Llamamos nuevamente a estudiar y discutir a fondo las tesis de Hardt y Negri en la trilogía cuyo primer volumen es Imperio. En esta obra se desmontan desde adentro las viejas tesis de Marx relativas a la ley del valor y a la acumulación capitalista y se propone una nueva interpretación acorde al espacio del Imperio. No se puede ni ignorar a estos autores ni condenarlos en función de una teoría del imperialismo cuya adecuación con la realidad ya no defendía ni Lenin al terminar la Primera Guerra Mundial.


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