Practiquemos regularmente el ejercicio de distanciarnos de lo "normal" para analizarlo. Vista de lejos, la normalidad no parecerá tal. Miremos críticamente la sociedad, así nos daremos cuenta de que nuestro mundo - tal y como lo conocemos- es un absurdo y está de cabeza... pero podemos cambiarlo.

3 dic 2010

Madera 58

El órgano de la Liga Comunista 23 de Septiembre apareció por última vez en julio de 1981. Apenas el domingo 10 de mayo los socialistas franceses, con Francois Mitterrand, ganaban el gobierno. Ultras y maoístas de antaño se integraban en el Estado. "Madurez", le llaman.

Y mientras los comunistas eran cazados en los baños de la Facultad de Economia campus CU a la hora de repartir sus ilegibles fotocopias ("mataron a una rata", decían los reformistas), los simuladores y usurpadores del Partido Comunista Mexicano se dedicaban a ejercicios lúdicos en el plano del intelecto y sobre las páginas de una revista repleta de presupuesto público y privado. ¿A eso se refirió Juan Villoro el domingo, día en que laureron en Guadalajara, Jalisco, a quien fuera director de El  Machete y él (Juan Villoro) sostuvo: “Roger Bartra convirtió a Marx en un simulacro con el que había que discutir, se apropió de su imagen de una manera transgresora”?

En El Machete de julio de 1980 publicó Jorge Castañeda sus "renovadoras" tesis sobre el carácter imperialista del capitalismo en México que había saqueado, limándolas, del programa de los comunistas clandestinos escrito por Oseas (en nuestra novela respetaremos las leyes de la ficción y, en la lógica de la verosimilitud, haremos llegar las tesis del Oseas hasta el cubículo parisino donde Jorge se entrenaba en el marxismo con su maestro Althusser. Hasta allá le envió su padre, nada menos que el canciller del grupo Contadora, el material encontrado en la mochila de Nacho el día de su detención en alguna zona industrial del Estado de México, al norte de la capital. A su vez, el canciller tuvo los escritos de parte de su entrañable amigo El Negro Durazo). No-vela.

Pero lo nuestro en este caso no es el detritus y más bien estábamos en el número 58 de Madera, julio de 1981.

Treintaidós páginas y en la portada, abajo de la hoz y el martillo, cuatro cabezas con sus llamados: la editorial dedicada al Primero de mayo, "Incontenible el avance de la Revolución Salvadoreña", "Aunque con otro nivel, continúa el movimiento magisterial" y "El PCM (Partido Comunista Mexicano) 'renovado', más oportunista que nunca".

Estos comunistas sí estaban mirando la coyuntura como un punto de quiebre. Observaban por lo general aquellos acontecimientos que pasaban inadvertidos aparentemente a quienes redactaban las páginas de El Machete dedicadas al descubrimiento del gozo, orificio por orificio.

En la página 6 de aquel número de Madera encontramos un escrito que basta como muestra para apreciar la importancia de esta fuente a lo largo de sus 58 números (ocho años) en el repaso de la intensa lucha de clases que se libró entre 1973 y 1981. El artículo se titula "San Miguel Allende: explosiva respuesta a la represión burguesa" y registra la insurrección en ese pueblo guanajuatense los días 21 y 22 de abril de ese mismo año de 1981. La causa:

El lunes 20 de abril se corre la voz de que Ignacio Yáñez, obrero de la fábrica "La Aurora", había muerto a causa de las torturas a que fue sometido por la Policía Judicial del Estado. Este hecho fue el motivo que hizo estallar el odio de clase contra los cuerpos represivos.

Las "masas", según el periódico, imponen un diálogo con el presidente municipal, mismo que se amplifica con aparato de sonido. Luego, ante la demagogia y la misma eterna palabrería, las masas toman la presidencia, el edificio de la policía judicial y fracasan al intentar liberar a los presos del penal (un plan estático contra "cuarteles" sería hoy inútil en una ciudad como el defectuoso en donde el cuerpo de taxistas se integró a la policía después de las "reformas" lópezobradeoristas). Dice la nota:

Después de varias horas de enconados combates, la superioridad militar de los cuerpos represivos de San Miguel, reforzada con la judicial y agentes de seguridad de la ciudad de Celaya, Salamanca y Guanajuato, termina, aunque a duras penas, por imponerse.

Los comunistas sostienen que se trata de apuntes que hacen las masas hacia "formas superiores de lucha", pero subrayan las limitaciones del "espontaneísmo". El sentido evolutivo de la esperanza comunista no se produjo nunca y

La inexistencia de una organización revolucionaria que viniera a encauzar correctamente la formidable fuerza espontánea generada por las masas en esta movilización, fue la causa central de que ésta no alcanzara las características que mencionábamos. Indudablemente que una organización de tal tipo no sólo permitiría incrementar el potencial de fuerza de la movilización, sino que coadyuvaría a dar claridad a la lucha.
Otra debilidad observada en el desenvolvimiento de estas acciones es que la dirección de éstas no fue capaz de generalizarlas hacia otras regiones circunvecinas...

Habría que preguntarse a la distancia de casi 30 años si en realidad  una "vanguardia revolucionaria" hubiera sido capaz de las proezas que suponían los comunistas o si en lugar de ello habría garantizado que una insurrección tal no ocurriera nunca... Queda de todos modos para nuestra investigación la tarea de hacer la historia económica de la región (Celaya-Salamanca-Guanajuato-San Miguel) en esos años, esto es, historia de la construcción de la "objetividad" en ese lugar de México que produjo unos años después a la burguesía foxista iniciadora de la llamada "transición".

El periódico Madera debe ser fuente privilegiada para la reconstrucción teórico-histórica de la lucha de clases y el marxismo en el México reciente. Pero esto obliga no sólo a romper con sino a combatir en el plano de las ideas contra aquellos que se esfuerzan en vano para inventar la historia oficial del marxismo legal con personajes como José Luis Ceceña, Pablo González Casanova o Adolfo Gilly. ¡No mamen!, se ve que se leyeron la tesis de maestría del profe Andrés Barreda.

Seguiremos comentando próximamente este número de Madera y en particular el texto dedicado al XIX congreso del PCM.

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