El amor le es dado a cualquiera
pero...
entre el empleo,
el dinero y demás,
día tras día,
endurece el subsuelo del corazón.
Sobre el corazón llevamos el cuerpo,
sobre el cuerpo la camisa,
pero esto es poco.
Sólo el idiota,
se pone los puños,
y el pecho lo cubre de almidón.
De viejos se arrepienten.
La mujer se maquilla.
El hombre hace ejercicios con sistema de Müller,
pero ya es tarde.
La piel multiplica sus arrugas.
El amor florece,
florece,
y después se deshoja.
Tú
 Entraste.
En serio miraste,
la estatura,
el bramido
sencillamente examinaste,
--un chiquillo.
Tomaste,
sacaste el corazón,
y sencillamente te fuiste con él a jugar,
como una niña juega con su pelota.
Y todas,
como si vieran milagros
exclamaron --damas y señoritas:
--"A ese, amarlo?
Si se echa encima, hace falta una domadora.
¡Debe ser de una jaula!"
Y yo, de júbilo
--perdí el yugo.
y de alegría,
olvidándome de mi mismo
saltaba,
--como en casamiento de indio--,
tan alegre, y bien me sentía.
Amor
Tal vez,
              quizá,
                                alguna vez,
por el camino de una alameda del zoológico,
entrará también ella.
Ella,
      ella también amaba a los animales,
y sonriendo llegará,
así como está,
en la foto de la mesa.
Ella es tan hermosa,
y a ella con seguridad la resucitarán.
Vuestro siglo XXX
                                      vencerá,
al corazón destrozado por las pequeñeces.
Ahora,
trataremos de terminar,
todo lo que no hemos podido amar en la vida,
en innumerables noches estrelladas.
¡Resucitádme,
aunque más no sea,
porque soy poeta,
y esperaba el futuro,
luchando contra las mezquindades de la vida cotidiana!
¡Resucitádme,
aunque más no sea por eso!
¡Resucitádme!
Quiero acabar de vivir lo mío,
mi vida,
para que no exista un amor sirviente,
ni matrimonios, sucios,
concuspiscentes.
Maldiciendo la cama,
dejando el sofá,
alzaré por el mundo,
un amor universal.
Para que el día,
que el dolor degrada,
cambie,
y no implorar más,
mendingando,
y al primer llamado de:
¡Camarada!
se dé vuelta toda la tierra.
Para no vivir,
sacrificándose por una casa, por un agujero.
Para que la familia,
desde hoy,
cambie,
y el padre,
sea por lo menos el Universo,
y la madre
sea por lo menos la Tierra.
                                               vladimir maiakovski 
 
 
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