Practiquemos regularmente el ejercicio de distanciarnos de lo "normal" para analizarlo. Vista de lejos, la normalidad no parecerá tal. Miremos críticamente la sociedad, así nos daremos cuenta de que nuestro mundo - tal y como lo conocemos- es un absurdo y está de cabeza... pero podemos cambiarlo.

2 mar 2011

De la posible invasión gringa en Libia

A estas alturas de la crisis en el Mediterráneo africano, parece evidente a simple vista que el caso libio no se puede homologar al de Túnez y Egipto, en donde los dictadores envejecidos no soportaron sino unos poco días frente a la fuerza invencible de la unanimidad popular convertida en insurrección; en cambio, en Libia, Muamar Gadafi resistió en el poder apoyado en amplios sectores urbanos de la capital Trípoli y hasta el momento se ve que el objetivo de la "oposición" (horrible palabra de locutores que siguen sin entender en su calidad el proceso revolucionario) de derrocar a Gadafi se aleja claramente (o borrosamente) todos los días. En Libia, igual que en Argelia y en otros países del área, lo que se desató tras la ola que comenzó en Túnez hace dos meses y medio fue una guerra civil entre clases y proyectos irreconciliables que no tendrá una pronta solución y sí se agudizará hasta su máximo en caso de que a las tropas de la OTAN se les ocurra intervenir en la zona.

Y en tanto la revolución proletaria prosigue su labor en Túnez y en Egipto, donde habrá de ir colando a los gatopardistas democráticos que quieren que todo cambie para que todo siga igual, el nudo de la crisis en el norte de África se ubica hoy en el territorio de Túnez, saturado de refugiados de todas partes del Magreb en pos de conquistar Italia.

En esta crisis de "sobrepoblación" de los potenciales explotados se muestra el ¡cuaz! de las articulaciones y coyunturas del viejo orden. Y no serían sino una pura balandronada las declaraciones de la Clinton respecto de una probable intervención militar en Libia si la explosión del desempleo por todas partes, y en Estados Unidos particularmente (la superación de la crisis exige empezar con una nueva composición de capital que prescinde relativamente de trabajo vivo) no obligara a los gobernantes a usar para la destrucción y autodestrucción en la guerra a estos ejércitos de reserva.

Lógicas y categorías que van ya contra el devenir histórico pero intentan forzar a éste en su cuadratura.

En caso de consumarse la amenaza intervencionista de la Clinton se habría producido también el más grueso error estratégico de la historia política de Estados Unidos. Sabrían pronto en su carne los gobiernos de las potencias imperialistas lo que ha explicado teóricamente Negri sobre el cambio de la época. Tras una torpeza mayúscula como la ocupación de Libia y el Magreb, Estados Unidos tendrá y padecerá, dentro de su cuerpo, su propia "cuestión árabe".

No hay comentarios: