los "bien peinados" otorgan certificados de "Buen Léxico"

Dictaminarán desde ayer los buenos comportamientos, las buenas conductas; demarcarán coordenadas y límites los "bien peinados" versus los "inmorales reventaditos" (en eso quedó el esquema de aquellos que renegaron del  reduccionismo doctrinario de quienes entendemos la historia como una lucha de clases; en eso quedó, pues: en una pura rebatiña en el terreno de la Moral y la Salud que ni en el medioevo), los integrantes plenipotenciarios de la Comisión Mediática Televisa-Televisión Azteca y Canal 11, léase López Dóriga y Adriana Cañedo, grandes mitos, con Jacobo --esta vez olvidado y ausente--, de la tele en México, y los otros merolicos que nos envenenan a todas horas con sermones rimbombantes sobre la Ley sacrosanta --por encima de la carne-- y de los que ya dimos cuenta en nuestra anterior entrega.

Pero están pendejos quienes puedan suponer que un puñado de tiralíneas tendrá la capacidad para contener toda la riqueza del mundo y de la vida entre mexicanos, incluidas vastas franjas de ilegalidad fructífera:

Desmelenada la clorofila
se va de bruces contra el cielo.

Peinaditos con limón, los nuevos timoneles del fascismo declaman puercas prosas frente al presidente que, admirado, aplaude fervorosamente en la confianza plena de que de la Iniciativa Privada es el porvenir.

En las prisiones, mientras, los del otro bando mueren asfixiados o apachurrados, rostizados por el incendio. Merecen, según códigos inquisitoriales de la Colonia, la muerte más lenta.

Iniciativa México para el fascismo y el fascismo para los monopolios de la televisión y los medios. En eso quedó la verborrea democrática de los Krauze y otros herederos de Octavio Paz. Un Consejo Privado expide desde ayer, tras buena faramaña, cerificados del Buen Léxico. Sólo que acá, en Occidente, la dominación es perversa. Sutil y perversa.

Más que al Dictador habría que linchar al Embaucador.

Y todo vendedor de mercancías es un embaucador en potencia.