Encomiable la tarea del ensayista cuando busca con lupa certera a los expulsados de nuestras letras; autores y autoras de libros cuyas reseñas y ediciones hay que ir a buscar a Buenos Aires, Santiago o Tegucigalpa; escritores en su casi totalidad refugiados en ficciones no asimilables entonces (ni ahora) por normas y pautas oficiales: Ana de Gómez Mayorga, Diego Cañedo, Héctor Daniel Gómez Nieves e Imanol Caneyada, entre otros y entre los que, los dos primeros son de los años 1940, el tercero de los 1980 e Imanol ya del 2000; escritores de los que nunca sabríamos si nos conformamos con la información de los monopolios. Estamos en el terreno de los grandes escritores que tuvieron que publicar por su cuenta en el México de siempre.
Se dedica también un breve capítulo a estudiar el modo en que el Estado moldeó y diseñó la ideología "tradicional de los mexicanos" por la vía de la producción cinematográfica. Un tradicionalismo de Estado. La parte dedicada a los narco-corridos pega en el clavo con una estrofa de Los tucanes de Tijuana:
Mucha gente critica mi vida
porque trabajo contra la ley
dicen que gano dinero sucio
no lo niego, eso lo sé muy bien
pero el dinero aunque esté muy sucio
quita el hambre, analícenlo bien.
En otra se desnuda la agudeza artística del grupo y Mario Quintero, su compositor y letrista:
Otra vez triunfó la mafia
más trabajo pá la ley
pero yo digo una cosa
que es muy mi punto de ver
mafia suena a economía
aunque no lo quieran creer.
Destaco entre todo, sin demeritar el resto, el ensayo dedicado a los cuentos del malogrado Gómez Nieves. Basta con un par de citas, tomadas de Ramírez Pimienta.
En "La pesadilla" la sociedad moderna no está en orden y por lo tanto ningún crimen individual ni su resolución alteran su estructura básica. No es que haya uno o mil criminales sueltos, sino que es la sociedad la enferma. En el cuento de Gómez Nieves nunca sabemos con seguridad quién comete los asesinatos y ni siquiera si éstos son realmente asesinatos o suicidios. No lo sabemos porque ya no es importante, el culpable ulterior es la sociedad.
En realidad, el título del cuento de Gómez Nieves es "La pesadilla de lo ajeno con el mal sueño de lo desconocido (incidente con relación al hombre de Rock Luffter)". Este título, según afirma Ramírez Pimienta alude a "la imposibilidad de acceder a la epistemología que la nueva situación de la ciudad moderna trae consigo".
Un personaje de este cuento, de nombre Kusinski (y es raro que los personajes ahí se nombren con sus nombres), perseguido por la "presión emocional", se suicida gritando: "¡No te daré el lujo de que seas tú quien me mate!"
Y aquí le dejo porque ruidos extraños del lado de los vecinos (son nuevos vecinos y los nuevos vecinos con sus ruidos son siempre extraños) acaparan mi atención crispada por los cuentos...
1 comentario:
Muchas gracias.
jcrp
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