Desde temprano por la mañana se supo en la U de cuatro o cinco coches incendiados por los compas del SME. Sirenas y ambulancias que no pararon de sonar desde entonces.
Con interesante y morbosa curiosidad se recibió la noticia entre la banda de la city. Uno se puso contento al leer un mensaje en el celular. Era su madre entrampada en Sullivan, la niña, su hermanita, no llegaría a tiempo a la guardería. Y el muchacho con gesto de haber visto a la vanguardia en su cara.
--¡Ya nos tocaba! --exclama en su lenguaje sesgado--, ¡a poco nada más los parisinos?
A lo que El griego responde:
--¿Qué pachó!, ¡también en Atenas!
Sus lupas por delante, los detectives buscan rastros de la densa pisada global. Y qué tardan en la Procu en "desnudar" vínculos de electricistas del SME con FARC y Al Quaeda.
1 comentario:
Ni tan 'nuevas', lo que pasa es que ¨casi¨no las vemos y, mucho menos, las implementamos. pero se acerca el momento en que nos resultaran muy 'familiares'
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