Si el Estado solo existe como forma de perpetuación de una determinada forma de relaciones sociales, de poder de unos sobre otros, del capital y sus representantes sobre los desposeídos… entonces pensar en el control que tiene el Estado sobre la vida, la mente y el cuerpo, los cuales le permiten potencializar sus mecanismos de dominio, de modo que puede esclavizar hombres y mujeres sin cadenas, más finamente, más totalmente.
"Son los cuerpos, absolutamente expuestos a recibir la muerte,
de los súbditos los que forman el nuevo cuerpo político de Occidente"
Giorgio Agamben, Homo sacer, Editorial Pre-Textos, Valencia, 1998, p. 159
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