Toda la vena fetichista del régimen mundial que nos enferma, viene y se nos muestra en el alza de los precios del oro, metal precioso que hace las veces de equivalente general, dinero, sujeto del mercado, aunque los teóricos monetaristas no lo entiendan.
Si hasta con una cuarta podría medirse la relación entre los precios del oro a la alza y la bonanza de los descuartizaderos en el territorio con sus nuevos usos, como si el valor del oro succionase en las arterias de la humanidad y fuese, en su faena, dejando un regadero de bultos muertos en la vera.
Los precios del oro también indican el nivel del armamentismo. Mueren misteriosamente los activistas que denuncian el apoderamiento del subsuelo de México por compañías canadienses y extranjeras. También mueren los activistas del medio ambiente que denuncian contaminación de suelos por vertimiento de químicos. Despojados, los capitalistas mexicanos llevan a la huelga contra el capital extranjero a sus subalternos, los mineros. Huelgas patrioteras.
¿Quién dijo que la alquimia y la fiebre del alquimista alguna vez logró controlarse por la razón y por la ciencia?
No hay comentarios:
Publicar un comentario