Tenemos el firme convencimiento de que el verdadero peligro no lo constituye el intento práctico sino la exposición teórica de las ideas comunistas, pues a los intentos prácticos, aún cuando sean intentos masivos, puede responderse a cañonazos; pero las ideas que han vencido nuestra inteligencia, que han conquistado nuestros sentimientos, con las que el entendimiento ha fraguado nuestra conciencia, esto son cadenas que uno no se arranca sin arrancarse el corazón, son demonios que el hombre sólo puede vencer, sometiéndose a ellas.
Karl Marx, en Paul Kägi La génesis del materialismo histórico, ediciones Península, Barcelona, 1974, p- 96.
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