Practiquemos regularmente el ejercicio de distanciarnos de lo "normal" para analizarlo. Vista de lejos, la normalidad no parecerá tal. Miremos críticamente la sociedad, así nos daremos cuenta de que nuestro mundo - tal y como lo conocemos- es un absurdo y está de cabeza... pero podemos cambiarlo.

24 oct 2011

Saif Kadafi prosigue la guerra de resistencia en Libia: ¡Hasta la Victoria, siempre!



La crisis es el espacio objetivo mundial en el que estallan todas las subjetividades, inconformes con lo que es y ya no puede seguir siendo.

Pero de la objetividad de la crisis sólo nos libera la voluntad del sujeto por construir un nuevo y vividero mundo.

La voluntad teje en el tiempo e hilvana los fragmentos hacia un objetivo históricamente al alcance de la mano. La voluntad hace la historia en medio de la objetividad crítica.

Gramsci sostuvo que el sujeto se construye en el proceso de lucha y que parte esencial de ese proceso estriba en la capacidad del mismo sujeto en formación para escribir su propia leyenda.

¿Por qué Televisa y todas las televisoras al servicio de la OTAN insisten en seguir matando como a una rata a Kadafi aún después de muerto?

Porque uno sólo de los combatientes contra el imperio que resista sin venderse hasta la muerte pone en jaque al sistema basado en los precios de todo lo que existe (la ilusión del dinero como traductor universal).

Por eso, cuando el hijo sobreviviente del líder libio Muamar Kadafi, Saif, toma la estafeta de la guerra de resistenca contra la OTAN, provoca un terremoto en el mundo de la legalidad y la moral burguesas, donde las urnas son la ostia que mercan fariseos.

Contra las apariencias, la moral burguesa está que desfallece ante las sacudidas del Universo frente a las pretensiones capitalistas de reducirlo a puro trabajo humano abstracto, esto es, a dinero.

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