Practiquemos regularmente el ejercicio de distanciarnos de lo "normal" para analizarlo. Vista de lejos, la normalidad no parecerá tal. Miremos críticamente la sociedad, así nos daremos cuenta de que nuestro mundo - tal y como lo conocemos- es un absurdo y está de cabeza... pero podemos cambiarlo.

10 oct 2011

Sobre las tareas militares del proletariado en México

Nuestras consignas van contra la lógica del poder que impera.

Y sí (¡sí!) entendemos cómo puede organizarse la vida social capitalista en torno a la guerra contra el crimen organizado cuando al mismo tiempo se tira el dinero por el agujero en el rescate de los banqueros.

La hermosa prosa de Lenin cura cualquier pena:

Ni en la naturaleza ni en la historia --escribe-- se producen milagros, pero todo viraje brusco de la historia, incluida cualquier revolución, ofrece un contenido tan rico, desarrolla combinaciones tan inesperadas y originales de formas de lucha y de correlación de las fuerzas en pugna, que muchas cosas deben parecer milagrosas a la mentalidad pequeñoburguesa.

Lenin dedicó su tercera "carta desde lejos" a la cuestión de las milicias populares. Ahí dice que se trata de la consigna del momento. Marzo de 1917. La revolución burguesa de febrero se ha consumado. También la traición de los demócratas constitucionalistas y las corrientes pequeñoburguesas. En la revolución de febrero participó el proletariado y constituyó los soviets como su órgano de poder. En Rusia se ha creado una dualidad de poderes, ha brotado el embrión del nuevo estado proletario, la Comuna, el órgano de la insurrección proletaria.

Sólo en ese momento lanza Lenin la consigna de "milicias proletarias". Llama a ser marxistas y definir la especificidad del momento, la verdad concreta, cosas de la táctica. Y la dualidad de poderes es esa especificidad política del momento. Sin las armas en manos del pueblo, los órganos de control proletario no servirían para un carajo. En esa tercera "carta desde lejos" Lenin traza a grandes rasgos las tareas que deberán cumplir las milicias populares como fundamento del nuevo Estado. Pero alerta a un mismo tiempo contra esa pedantería de los vendedores de proyectos:

Huelga decir que sería absurdo querer trazar un "plan" de la milicia proletaria: cuando los obreros y el pueblo entero pongan verdaderamente en masa y de manera práctica manos a la obra, trazarán y presentarán ese plan cien veces mejor que cualquier teórico. Yo no propongo un "plan", yo sólo quiero ilustrar mi pensamiento.

La carta sobre las milicias proletarias sólo es la tercera en el orden de las "cartas desde lejos". Antes Lenin intentó una caracterización de la revolución de febrero, del nuevo gobierno burgués y de los partidos políticos actuantes dentro de la sociedad y las clases sociales rusas.

Sería imprudente tomar la receta de las "milicias proletarias" fuera de contexto. En México, hoy, las tareas armadas del proletariado no pueden equipararse a las que tenia frente a sí la clase obrera rusa entre la revolución de febrero y la de octubre. Más bien, aquí, el movimiento proletario, junto a la construcción de su programa revolucionario y su organización política, tiene frente a sí la tarea de construir para hoy sus aparatos de autodefensa. En estos, por ejemplo, las tareas de organización clandestina, espionaje sobre las fuerzas enemigas y ajusticiamiento de los esbirros y torturadores al servicio del régimen ocupan el eje de la actividad por el momento, acordes con la correlación de fuerzas y el grado de desarrollo del movimiento. Todavía existe un trecho de aquí a las milicias.

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