¿Cómo experimentar el presupuesto filosófico- romántico alemán Belleza-Naturaleza-Divinidad desde el siglo XXI y contenida de un total escepticismo frente al retorno a los orígenes? ¿Cuáles son mis orígenes y desde dónde los sujeto? ¿Desde el olvido o la encarnación? ¿Cuáles serían los mecanismos para levantar una imagen nítida de La Amada, la Luz, la Noche, sin contaminarla con las luces de Las Vegas o los corazones rojos tan vacíos y a la vez derrochantes de sentido comercial? ¿Cómo evadir el hecho de que en nuestras vidas cotidianas existe un mediador capaz de hacernos perder los fundamentos para fetichizar las formas, las apariencias? ¿Desde qué punta tomo el texto y me apropio de él sin caer en la inercia de cumplir con los deberes?
En el más grande de los subjetivismos empiezo por reconocer que el texto no me llama, no inquieta las necesidades vitales de mi existencia. Para ser sincera en el ‘Himno 3’ a la Noche de Novalis encuentro un universo tan falto de conflicto que incluso imaginármelo me es trabajoso. La gran crítica de mi parte a este romanticismo sería su escases de relaciones humanas, como si el hombre a esas alturas de la historia siguiera durmiendo con las ardillas encima de los árboles. Ponderar la ‘Naturaleza Pura’ tan lejana ya a la Naturaleza Social. Negar la construcción cotidiana del trabajo humano se equipara a vivir en tierras faltas de nutrientes.
En mi versión moderna de dicho romanticismo desde el texto de Novalis el ambiente se generaría con ruidos de autos, máquinas, gente, gritos, pitidos, ladridos, músicas, traka-trash-splash-guau-ccccc.
El día contenido de Luz omnipotente y el hombre angustiado de muros en algún escritorio en alguna oficina.
La noche viene acompañada de luces verde y azul flourecentes. Con la noche la amada- una teibolera bastante conocida de el gran congal barato ‘La vista buena’.
--Las tremendas depresiones que puede ocasionar pasar los días dentro de unas oficinas.
--Esperadas noches de Viernes!
--La Naturaleza dejó de ser verde y se convirtió en selvas de concreto.
--¡Cambiar lo natural, No negarlo!
--¡Hombre romántico moderno!
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