Practiquemos regularmente el ejercicio de distanciarnos de lo "normal" para analizarlo. Vista de lejos, la normalidad no parecerá tal. Miremos críticamente la sociedad, así nos daremos cuenta de que nuestro mundo - tal y como lo conocemos- es un absurdo y está de cabeza... pero podemos cambiarlo.

22 jun 2012

el partido obrero en Marx, según la investigadora Elvira Concheiro Bórquez

No obstante lo dicho antes sobre la conducta política histórica de la autora, el libro de Elvira Concheiro Bórquez (Reencuentro con Marx, UNAM) debe ser estudiado ahora por los militantes de nuestra corriente, vale la pena porque está basado en una investigación a fondo sobre el movimiento político de la clase obrera europea en el siglo XIX, vale decir, sobre el partido proletario decimonónico visto desde la práctica y la teoría del fundador del materialismo histórico.

Sobresale en el capítulo 1 el estudio que hace Concheiro, a la luz de los textos de Marx y Engels, de la relación política entre el nuevo partido proletario nacido en Francia entre las revoluciones de 1830 y 1848 y el partido de la pequeña burguesía democrática, asunto nodal y estructural para la comprensión de las tendencias históricas de la lucha de clases en una formación capitalista. Esta conquista histórica de la independencia política del proletariado ante la burguesía liberal y la democracia pequeñoburguesa en un momento revolucionario (el comunismo constituido en corriente histórica en plena revolución), así como la materia de las alianzas históricas del Partido con la corriente pequeñoburguesa (Blanqui), aparecen como las primeras enseñanzas extraídas por Marx y Engels entre 1843 y 1850, fecha esta última en que se impone la dictadura bonapartista en Francia y la reacción político-clerical en toda Europa.

Capítulo 2. Entre 1850 y 1864 Marx se dedica a su investigación estratégica que condensó en El Capital, los Grundrisse, Crítica de la economía política, Teorías sobre la plusvalía y otros textos.

Sólo hasta 1864, fecha en que nace la llamada Primera Internacional (AIT), Marx vuelve a poner en el centro de su actividad y reflexión teórica el asunto de la construcción de un partido obrero para la toma del poder y la emancipación de los trabajadores asalariados. Paradójicamente, hasta antes de 1871 (la AIT murió en 1872 como resultado de la derrota, un año antes, de la Comuna de París y la agudización de las diferencias entre Marx y el dirigente ruso anarquista Mijaíl Bakunin) es el "periodo inglés" del movimiento obrero heredero de los cartistas. Su carácter es predominantemente sindical y cooperativista. Con esas fuerzas hegemónicas dentro del partido obrero construye Marx en ese momento. Lo importante en esta fase de drástica ausencia revolucionaria es vincular y coordinar a las organizaciones obreras de todo el continente. Son los momentos en que Marx acelera el trabajo ideológico de lucha interna contra las concepciones artesanales del proudhonianismo y propaga entre las asociaciones y sindicatos sus tesis descubiertas en la investigación para El Capital.

También en el capitulo 3, dedicado a las diferencias entre Marx y los anarquistas, la doctora Concheiro pretende refrendar su tesis sobre el carácter político (no "doctrinario") del partido obrero en Marx, su idea de que para Marx es la organización política que se da el proletariado internacional para resolver las tareas democráticas concretas en un estado concreto de la correlación de fuerzas. Según ella, la ruptura con Bakunin se produce por diferencias relacionadas con las antagónicas concepciones y prácticas sobre organización. La cuestión ideológica no jugó ningún papel (extraña manera de separar una cosa de la otra). En los estatutos de la AIT estaba establecido que cada una de sus secciones tenía independencia para formular teorías y programas. Así pues, Marx nunca puso trabas de carácter teórico-ideológico para militar en el partido del proletariado, aunque dedicó toda su vida con su obra a destruir teóricamente prejuicios y mitos de la concepción democrática pequeñoburguesa que era mayoría, y es, dentro de las filas de la clase obrera.

Nos parece que la Doctora Concheiro, ignorando que, en ese momento, el propio Marx consideraba de mayor valor para el proletariado la exposición del resultado de sus investigaciones (pura lucha ideológica en el terreno de la ciencia) que asistir a 20 congresos del partido, subestima el papel que asignó Marx a la lucha teórica para la construcción del partido obrero (concreto-político e histórico). En realidad, sin decirlo, la doctora Concheiro intenta contraponer al Marx político y partidista con el Lenin de ¿Qué hacer?. Ahí Lenin dice que repetir a Marx en eso de que "cada paso del movimiento efectivo es más importante que una decena de programas" en una época de dispersión teórica... es exactamente lo mismo que gritar al paso de un entierro: ¡Ojalá tengas siempre uno que llevar!".

Ahí mismo Lenin cita a Marx: "si hace falta unirse -escribía Marx a los dirigentes del Partido--, pactad acuerdos para alcanzar los objetivo prácticos, pero no trafiquéis con los principios, no hagáis concesiones teóricas".

En realidad la tesis de Elvira Concheiro sobre el partido obrero en Marx pretende, sin hacerlo explícito y adjudicándole a Marx una subestimación del elemento ideológico (al Marx "sectario" que no desaprovechaba ocasión para demostrarles a los jefes del partido obrero que sus concepciones eran miserables y románticas) a la hora de la construcción del partido, negar lo que abiertamente escribe Lenin en ¿Qué hacer? contra quienes reducen al partido obrero a un brazo político y organizativo, sin considerar en primer lugar el elemento teórico ideológico... Pero este es un procedimiento que le impone a Concheiro su propia militancia histórica en la que capituló en la lucha ideológica interna que tendría que haber dado, de ser consecuente, dentro de ese partido en el que milita desde su fundación (PRD) y cuya única ideología es el pragmatismo por un varo y el cretinismo electoral.

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