¿De quién? de los que chillan y se quejan repletos de impotencia: "¡me quieren robar!, ¡planean atracarme!". La cultura de la víctima que se regodea en su papel.
El fraude es de AMLO para con sus seguidores ya que después de haber sido vejado y humillado hace seis años (¡y cada seis años!, si recordamos a su kuatlapache el Kuate!) entró nuevamente al mismo juego para que lo volvieran a dedear. Por eso decimos que es un embaucador y que su negocio consiste en llevar a las urnas, amarrados de las manos como marranos, a sus seguidores, desmovilizarlos, ilusionarlos.
Precisamente el papel fraudulento del cardenismo-lópezobradorismo ha consistido en eso: inculcar en las masas más atrasadas y depauperadas que lo siguen la paralizante ilusión de que es posible acabar con los males del capitalismo en un estado policíaco y dependiente de Estados Unidos mediante la piña de una papeleta en la urna.
La tarea liberadora de nuestro pueblo trabajador consiste hoy en rebasar a sus direcciones entreguistas, colaboradoras y chillonas.
http://www.jornada.unam.mx/2012/06/06/politica/005n1pol
No hay comentarios:
Publicar un comentario