Comunico por este medio algunos de los apuntes de la última reunión, en partes, de "El fantasma de José Revueltas...":
La situación táctica dio, después de las elecciones presidenciales, un viraje sustancial que se caracteriza por un hecho de primer orden: el desfondamiento, la debacle, de la izquierda cardenista, neo-cardenista y lópezobradorista, lo cual, si se suma a la incapacidad política concreta y al alto grado de deslegitimación histórica del grupo gobernante encabezado por Enrique Peña Nieto, bosqueja para el Estado mexicano un momento político con varios ingredientes correspondientes a una crisis.
El desmoronamiento de la opción estatista y nacionalista del democratismo radical (incluidas en su parálisis cuasi vegetariana las corrientes del "zapatismo" urbano), además de marcar el fin de una larga etapa iniciada en la Convención de Aguascalientes (1914) y, luego, apuntalada con la nacionalización petrolera en 1938, implica, en las condiciones concretas del país y de la crisis económica del mercado mundial, que sectores importantes movilizados en la resistencia anti-capitalista rebasen diariamente todos los parámetros que les impuso durante décadas el discurso pacifista y legalista de sus direcciones políticas.
¡Y en esto estriba, justamente, la calidad, la sustancia, de la coyuntura..., del momento!
Ni Nissan ni la Universidad Nicolaíta son golondrinas de verano.
Y así, no sin discusión, se va pensando en la necesidad de hacer política con esta "plasta devaluada" de pequeños burgueses gremialistas que son los 15 millones de votos lópezobradoristas, con este pópolo minuto que se contenta con sus ilusas utopías democráticas. No constituyen ningún sujeto de vanguardia pero están obligados a dar la lucha y cuentan con instrumentos sumamente valiosos para la resistencia contra el régimen militarista del capital.
A diferencia de hace seis años y de 1988, ellos, los amarillos, han quedado completamente deslegitimados, mientras que nosotros, que resistimos y hasta vegetamos durante lustros con nuestro discurso de crítica "abstracta" y "poco práctica" al capitalismo, nos disponemos a cosechar ahora lo que sólo les es dado a los necios...
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Cuando uno de los que tomaron la palabra en la reunión fragmentada (por tanta medida de seguridad) se pronunció en desacuerdo absolutamente por acercarse de ningún modo a los sindicatos, otra, airada, le reclamó que en cambio sí participaba junto al personal de confianza de la institución por criterios subjetivos y éticos como que "ellos" sí querían limpiar el establo...
Se puso buena la disputa.... Y a veces parecía un concurso entre puros...
Pero lo mejor fue la coincidencia práctica, que es esta:
Si, en efecto, estamos ante una situación política de características cualitativamente nuevas consistente en el desequilibrio estatal debido al agotamiento de su carta de contención política por la izquierda, entonces esto nos obliga a un viraje táctico encaminado a cubrir el espacio de la lucha democrática por las reformas que los capituladores corporativizaron y dejaron vacío.
Como dijo la compañera que cerró la charla, un poco intentando explicarse a sí misma tamaño viraje:
Digamos que tendremos que subrayar nuestras propuestas concretas, "creativas", para vivir mejor en el aquí y el ahora, por sobre nuestra furibunda crítica ideológica contra la explotación del trabajo y el cretinismo parlamentario.
Aunque su forma de hablar, la de la compa, me pareció sospechosa, yo cumplo con ponerlo aquí con todo y sus tonos.
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