Practiquemos regularmente el ejercicio de distanciarnos de lo "normal" para analizarlo. Vista de lejos, la normalidad no parecerá tal. Miremos críticamente la sociedad, así nos daremos cuenta de que nuestro mundo - tal y como lo conocemos- es un absurdo y está de cabeza... pero podemos cambiarlo.

13 abr 2010

¿Cuándo, sino ahora? ¿Y quién, sino tú?

La vecina del 43 sufrió un secuestro express al salir el viernes de sus oficinas. Ordeñaron sus tarjetas, la golpearon, y al volver a casa encontró una nota de la policía judicial debajo de la puerta: "Haga la denuncia, comuníquese". Entró en pánico. Abandonó su hogar y se ha mudado con la hija.

Es preciso recurrir a las novelas de la guerra. En lo que sigue, por ejemplo, Lion Feutchtwanger deja la siguiente enseñanza en boca de uno de los personajes de su Simona:

Lamentamos haber huído. Es espantoso quedarse en casa con los brazos cruzados, esperando a las bombas y a los alemanes, pero es diez veces peor vagar por los caminos. Todo es espantoso en esta fuga.

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