Puro idealismo paranoico.
El caso contrario, en el otro extremo, se niega a constatar que se producen cada día "catástrofes naturales" por plan y decisión de las instituciones del capital mundial. Lo dijimos aquí: el derrame de petróleo en el Golfo de México fue provocado para evitar la caída en picada de los precios del hidrocarburo aunque fuese por unos pocos días...
El ecocidio forma parte de la racionalidad de la acumulación de capital en su fase actual, o sea, forma parte del negocio, "esa forma de vida". Vendrán las inversiones para la reconstrucción y ya sabemos que sobra el trabajo cuando hay mierda para limpiar. Se empieza desde cero (aunque con alta composición de capital desde el principio), sin sindicatos, las vidas de las personas centralizadas en un chip, ¡tamaña y macabra utopía!, y se construyen edificios para escuelitas montadas en éticas pedagógicas sobre "un nuevo tipo de relaciones horizontales." ¡No manchen!
Pero lo más importante aquí es dejar constancia de que todos estos movimientos desde el poder centralizado (pero ambiguo e ilocalizable) buscan aterrorizar a los de a pie, pues así éstos son presas más dóciles para la extracción de la plusvalía relativa y la sumisión; a la vez que se construye el terreno para la ocupación militar en "labores de rescate". Movimientos de preparación de la guerra, vamos, en todos y cada uno de los sentidos que pudiera ser posible "emitir" desde el poder del capital mundial. Y si no, ¿para qué diablos se crea un Comité contra sabotajes eléctricos en el Distrito Federal y el Estado de México si no para legitimar la agresión directa contra la resistencia del SME, en medio de apagones infinitos que crispan los nervios de los ciudadanos encerrados en sus casas y departamentos.
Cuando Héctor Aguilar Camín reconvino a los periodistas de Televisa y Milenio (López Dóriga, Carlos Marín, Adela Micha, Denis Mercker... el monopolio de casi todo) desde una primitiva racionalidad montada en estadísticas que no llega a Hegel, con el argumento de que habían creado una percepción exagerada sobre el nivel de la violencia en el país, "se percibe que vivimos en un país en guerra, de cabo a rabo y eso es falso", además de que pretendía ignorar que las próximas campañas electorales en México se habrán de resolver en el campo de batalla (el proceso ya está en marcha), ignoró por completo que parte de la estrategia de guerra contra el trabajo desde los intérpretes (locutores) del capital mundial pasa por la generación de un estado de terror en la población que la conduce a la parálisis.
Así que nosotros miramos con simpatía cualquier ejercicio por la vida, así sea incluso violento. Vamos, experimentamos un placer con cada golpe de las fuerzas de la revolución aquí y en Grecia sobre las getas de los poderosos.
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2010/05/14/instalan-centro-contra-sabotajes-a-instalaciones-de-luz
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