Practiquemos regularmente el ejercicio de distanciarnos de lo "normal" para analizarlo. Vista de lejos, la normalidad no parecerá tal. Miremos críticamente la sociedad, así nos daremos cuenta de que nuestro mundo - tal y como lo conocemos- es un absurdo y está de cabeza... pero podemos cambiarlo.

18 jun 2010

RIP por José Saramago

El comunismo cristiano, incapaz ya de asustar a nadie y sí, en cambio --como el futbol-- de hacer aflorar buenos sentimientos de felicidad (lo cual no se niega, sino todo lo contrario, por los trazos y frases de corte neo existencialista que lanzan algunos de sus personajes), fue popularizado por este escritor lusitano a quien debemos el hecho de que la susodicha doctrina influyera sobre vastísimos sectores de la clase media: amas de casa y oficinistas que, por otro lado, se esperanzaban con José Woldenberg en su "ingeniería" del IFE y los instrumentos electorales del Estado. Así suele ser esto de la nivelación por  la mercancía, hecho que estudió a profundidad Gramsci y retomó no hace mucho el gringo Jameson.

Contra cualquier pretensión criticista o ensayística, aclaremos algo: no recordamos uno solo de sus títulos; jamás empezamos ni terminamos una sola de sus novelas. A este escritor lo conocimos por sus lectores, o mejor: por las modas de sus lectores.

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