A las cinco de la mañana ya abrió la Asturiana (y hay una con ese nombre en cada barrio de la capirucha). Es la nueva modalidad de evadirse en chinga antes de que cante el gallo. Con todo y botana.
Sería bueno saber si se bebe a crédito, de expectativas, aunque eso nada les importa a los dueños de las cantinas que viven su Hoy de esos sueños para el próximo futuro.
Mientras, hay hechos de la semiótica que comentar por estos días. Y la semiótica es la tele y ninguna otra cosa.
Dos acontecimientos que habría que subrayar:
1.- Gracias a la miseria del pueblo de Sudáfrica y al baro de Iniciativa México (Televisa y Televisión Azteca), todos los locutores están convertidos en seguidores de Levi Straus y en curadores de escenografías antropológicas para el rescate del Patrimonio Humano.
2.- Por esta vez, en este mundial, los intelectuales fueron sustituidos plenamente en los medios por los exfutbolistas capaces de articular sus propios discursos sobre táctica y estrategia. Un hecho relevante que revela con claridad el carácter superfluo de ciertas castas y el tinte obsoleto de los suplementos de cultura.
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