Militares ocupan los barrios proletarios llamados favelas. Buscan ahí, o dicen buscar, el Mal. ¡Vaya izquierda!
El apoyo popular de las "izquierdas" para legitimar la guerra contra el narco, lo que no pudo el calderonismo.
El gobierno del PT brasileño --el sindicalismo socialdemócrata que sueña convertirse en potencia mundial con las exportaciones de jugo de naranja-- hace la guerra sistemática contra las favelas de Río de Janeiro y Sao Paulo, lo mismo que ejerce funciones de ejército imperial de ocupación contra las hambrientas multitudes de Puerto Príncipe en Haití. Así intenta reconstruir su hegemonía mundial la clase capitalista a partir de energías "populares" que muestran ostensiblemente la vitalidad del sistema tanto como su capacidad de transmutarse.
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