A la liquidación militar de los comunistas de la Liga 23 de Septiembre correspondió inmediatamente la autoliquidación del PCM en el XX Congreso, octubre-noviembre del mismo 1981. El capitalismo se desplegaba en lo político y en lo militar, pero también en lo ideológico. Los propios "nacionalismos revolucionarios" en Centroamérica (sandinismo en el gobierno de Nicaragua y guerrillas salvadoreñas y guatemaltecas) fortalecían ese despliegue con sus banderas democrático-republicanas, "plurales", que según nuestra visión evolucionista y nacionalista de entonces resultaban acordes a la fase por la que atravesaba aquella región.
Los liquidadores pusieron RIP sobre las siglas históricas del PCM --el partido de Julio Antonio Mella y José Revueltas-- y procedieron a fusionarse con otros para cambiarse de nombre. Los años siguientes enseñan a un Arnoldo Martínez Verdugo a la vanguardia de la desconstrucción del Manifiesto del Partido Comunista de Marx y Engels. Según esto, era un error sectario hacer la distinción entre los muchos socialismos. Nació el PSUM.
Ya legalizados formalmente por la reforma política de 1978 los "pescados" procedieron a su autolegalización ideológica y se deshicieron programáticamente de términos y conceptos que pudieran sugerir cualquier interés revolucionario por construir el socialismo en México.
La perspectiva de la indispensable disolución de los organismos fusionantes, particularmente la correspondiente al PCM, despertó una inusitada euforia propagandística, tanto que hasta Julio Scherer, prestigiado periodista y director de la revista Proceso, hizo viaje especial a La Habana para entrevistar a Fidel Castro y arrancarle su aprobación. Fidel Castro dijo a Scherer: "Someramente puedo decir que si el PCM estuvo dispuesto a disolverse para unirse orgánicamente a otras fuerzas de la izquierda, el paso es positivo. Soy contrario a las capillitas y enemigo del sectarismo".Lo anterior puede leerse en la página 236 de El fracaso de la Revolución Democrática de Liberación Nacional (2000) cuyo autor, Mario Rivera Ortiz, nutrió las raquíticas filas dentro del PCM de los "sectarios" a los que implícitamente condenó Fidel en la entrevista que concedió a Proceso y que se publicó en el número 250 de ese semanario, agosto de 1981. El propio Rivera Ortiz añade en su libro --obra fundamental para entender la liquidación del PCM y su conversión en PRD desde la fundación del Movimiento de Liberación Nacional cardenista hacia principios de los 1960--, una nota de valor incalculable para nuestra investigación: "Recuérdese que la descomposición de la mayoría de los partidos comunistas de Europa estaba en su apogeo".
En su gran mayoría los "marxistas-leninistas" subrayaron el elemento subjetivo en la transición ocurrida durante aquellos años de la década de los ochenta; esto es, redujeron la explicación de los cambios a las traiciones y capitulaciones de una especie de socialdemocracia perversa infiltrada en las filas del comunismo, lo cual es importante, pues subraya las responsabilidades de los actores concretos, al tiempo que registra los momentos en que fueron mercadas las banderas, pero no atina a explicar por qué ocurre todo aquello justo en ese momento como tendencia universal, ni cuáles son esas fuerzas que se imponen sobre los hombres de la época para obligarlos a abandonar en masa sus juveniles utopías.
La muerte de la URSS ocurrió 10 años después del último Madera. Entre deprimidos y atónitos, los "marxistas-leninistas" --armados o desarmados-- no alcanzaban en su impotencia sino a guardar sus blasfemias para dentro de casa:
--¡A ese infeliz de Gorbachov yo lo colgaba en la Plaza Roja, pero antes hacía que le besara los pies a la momia de Lenin!
Recibimos alguna de aquellas Navidades con el bombardeo yanqui (televisado) del barrio panameño del Chorrito. Como si el fin del comunismo permitiera, además del avance indoblegable del "neoliberalismo", el estreno de las nuevas tecnologías del exterminio. Recuerdo a mi lado a un borracho sobando su gruesa cartera, entre lágrimas, decía. "¡Sólo los obreros y campesinos llegarán hasta el fin!"
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