La ofensiva fascista en México --del brazo de la Clinton que está de huésped-- incluye finos operativos que se presentan como lo contrario. Por ejemplo, la "demócrata" Denise Maerker redimensiona la figura de los Salinas de Gortari y proyecta en su programa nocturno de televisión la imagen de Emiliano, el hijo, como jefe de los "ciudadanos soldados" llamados a salvar a la Patria:
que un soldado en cada hijo te dio
Medio declamador y teatrero, medio político posmoderno, medio sacerdote de antro, el hijo se da el lujo de mofarse de las tragedias del pueblo de México entre las que incluye a su padre. En realidad, Emiliano recoge el discurso de Carlos sobre la debacle del Estado mexicano y llama a los ciudadanos, en nombre del orden, a convertirse en soldados de esa causa.
Traducido significa que los Salinas de Gortari se arremangan, desde las fuerzas "ciudadanas", para encabezar la violencia paramilitar en favor de la reconstrucción del Estado (y en esta tarea Denisse jugó su parte). De ahí que sería necesario considerar la relación entre este tipo de manifestaciones fascistoides y las masacres recientes de jóvenes "jodidos" que se producen por todo el país.
Los fachos "anti-institucionales" pretenden leer de un modo correcto las necesidades del Estado capitalista cuando se suman al exterminio de la multitud. Y no será con calcomanías como se pueda frenar esta tedencia, y suprimirla.
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