Os contaré la historia de un intelectual --empezó a decir el fabulador como en Las mil y una noche, no omnisciente sino humildemente dedicado a la intención de tan solo "referir" lo que él mismo ha oído--, os contaré la historia de un intelectual, pero con la advertencia de que selección y elección dominarán mi relato y de que seré lingüísticamente pobre: ¡universal, y, por lo tanto, genérico!
... No había nada que aterrorizase más a nuestro intelectual que los aspectos exteriores de la miseria a la que conduce el fracaso.
... Y éste por fin habló:
--Quiero llegar al poder a través de la Santidad.
...Él era una de esas personas que siempre han sabido muy bien "cómo ser santos", exactamente como los descarriados que en los reformatorios saben muy bien cómo son las "personas de provecho", y, si no lo saben, es lo primero que aprenden, de manera que cuando salen, a través de ese conocimiento se convierten en auténticos delincuentes, de esos ya sin inocencia.
... Habló de Fe y de Esperanza: y ello no podía menos que ser público. En privado, en cambio, aplicó la Caridad, que si se proclama pierde su naturaleza: más aún, se convierte en una operación del Demonio (!).
Pier Paolo Pasolini, Petróleo, Apunte 34 bis.
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