La síntesis no deja huella.
¿Que el pasado?
¿Y a qué viene ese grillete?
¿No es bastante cansado llevar esa loza como una carga?
¿Por qué no dejar mejor que los muertos entierren a sus muertos?
(A estas alturas, una turba de anacoretas nos tacha de pos.
"¡Como si el cura Morelos y Pavón pudiera ser tratado por 1 Leñero!").
((se hace referencia aquí a la novela, de nombre también olvidado, de Vicente Leñero sobre el Siervo de la Nación en la que, según la moda de entonces, tan propensa a cambiar héroes por "cotidianeidades", el cura es confesado en sus horas de abatimiento)).
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Y a propósito: lo de Milorad Pavic, él sí tan posmoderno, resultó un deleite.
Escribe:
La característica principal de nosotros en el siglo XXI es olvidar todo lo que ha ocurrido en el siglo pasado, el XX. Nuestra alma se volvió corta y poco clara.El tipo, para sus letras, se toma como referente a sí mismo, o más bien toma como referente a personajes y sucesos de otras de sus obras poéticas, algunos habitantes del siglo VIII, otros del XVII, algunos jázaros sólo conservados en los sueños de los habitantes avecinados entre el mar Caspio y el mar Negro. En ese sentido, se podría decir que hace historia el tal Pavic, solo que su modo histórico ocurre en los sueños pues, según escribe, "todos los engendros de los sueños son al menos tan viejos como la primera sonrisa humana".
(Conocemos de este gran escritor serbio su Novela léxico Diccionario Jázaro (Anagrama, 1989) y Siete pecados capitales (sextopiso, 2003).
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