Renunció entonces a la leyes, lo que no significó que le declarara la guerra a todos los que cuidaban atentos de estar al día con sus papeles y cuentas bancarias. Tuvo que abrigarse en una cueva que, con el tiempo, se convirtió en un laberinto. Ya lo ha platicado:
Fue una mañana de esas en que me empeñaba infructuosamente en aprender inglés subliminalmente con la película del canal 4 a todo volumen, mientras leía la autobiografía del cineasta Luis Buñuel y daba con la parte en la que cuenta del larguísimo quinquenio en que padeció el desempleo, algo que a él le parecía una proeza y a mi, entonces, una eternidad terrorífica. Para ese momento mi optimismo primero había mermado. Con dos o tres honrosas excepciones, la generación entera había naufragado en el legalismo burocrático y en la carrera por el éxito, que así es como llaman a la guerra diaria por el filete... Así que a tomar aire, lo otro era el cáncer...... Sobre el estado mental en que vive un paria, dejó escritos con letras desfachatadas y sin arreglo, desperdigados cuadernos voluminosos, hasta llegar a la sección de las cartitas amorosas en las que, pletórico de inspiración, derramaba ternura como miel blanca sobre las manos... ¡Cuánta soledad amarga! ¡Cuánta fe puesta en el porvenir de otra manera!
Vegetando, a la espera del fin del largo invierno, los osos duermen y sueñan a salvo por completo de sicoanalistas maniflojos con pastas y sicotrópicos u otros espejismos ilusorios en callejones sin salida. Habría que llevar la cuenta de lo que ganan los laboratorios farmacéuticos.
Pero en esos 15 años --sin ningún tipo de asalto sobre el cuartel de las Margaritas-- se reventaron las burbujas y las ilusiones febriles de los engedros subjetivos del salinismo: políticos de la izquierda legalizada y maizeada, inversionistas aventureros gracias a sus deudas, corajudos y ascéticos protestantes, campesinos con ansias de terratenientes y terrenos hipotecados entre sus deberes, etc., terminaron por convertirse en puros rencores predispuestos a soltar las balas. El hecho subjetivo de la crisis que subraya Marx en los Grundrisse y recupera en primer lugar el Negri de Marx, más allá de Marx.
Quiere decir que no está solo. Que valió la pena la espera y que su paranoía de derrotado es hoy el calorcito de un chingo de otros. Tiene tiempo para un descanso. Una corta espera. Puede dedicar un sábado a las buenas letras. ¿Qué tal Siete pecados capitales del serbio Milorad Pavic, con la exquisita traducción de su paisana Dubravka Suznjevic en Sextopiso?
Aunque habría que explicar después por qué en los regímenes de democracia capitalista no parece ser la insurrección general la forma en la que se expresa la revolución mundial. Pareciera corresponder ahí una ruta más intrincada a la de la forma insurreccional que irrumpe literalmente contra los regímenes autocráticos. Las "barricadas" de la sociedad civil burguesa que dice Gramsci existen en la democracia --esa reserva moral y cultural del estado capitalista frente a la revolución comunista--, más bien hacen pensar en una guerra civil tupida y en todos los ámbitos.
Seguiremos sobre el tema más adelante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario