Un diálogo

La moral: ¡Eres una puta!

Ella: Te equivocas, yo no lo hago por dinero, lo hago porque quiero… y si no fuera así, a ti que chingados te importa… o más bien, a mí que chingados me importa lo que digas, si eres parte de ese entramado de cadenas que nos impiden ser libres y fluir con la vida... así que si tu me prohibes, pues yo te prohibo prohibirme… y sabes que? ve y dile a tu superior que yo ¡me niego a cumplir con sus reglas!

… y en éste punto quizá quede bien una intervención hecha en el siglo pasado:

Alexandra Kollontai: La ideología basada en el instinto de propiedad ha inculcado al hombre durante siglos y siglos que todo sentimiento de amor debe estar fundamentado en un principio de propiedad. La ideología burguesa ha grabado en la cabeza de los hombres la idea de que el amor da derecho a poseer enteramente, y sin compartirlo con nadie, el corazón del ser amado.