* Ante la feroz competencia por la obtención de ganancias, la desconfianza penetra cada vez más profundamente en la sociedad capitalista generando el desarrollo de la mercancía protección.
* Creciente necesidad de los particulares de ocultarse y proteger su riqueza (pensar en la fabricación de vidrios polarizados como reflejo de éste fenómeno).
* Anteriormente, la protección estaba controlada casi exclusivamente por el Estado a través de sus distintas instituciones y con el fin de garantizar las transacciones comerciales. El neoliberalismo permitió la introducción del sector privado en mercados estatales, por lo que el negocio de la protección se ha ido repartiendo entre el Estado y otras mafias privadas. Éstas son un conjunto de entidades comerciales que juegan un papel económico y político fundamental a través de la venta de protección.
* Para que éste negocio funcione, es indispensable mantener las condiciones de inseguridad que afirmen en la población la necesidad de comprar protección, por lo tanto, se hace necesario el desarrollo de corporaciones que produzcan violencia permanentemente, y de otras que obtengan, concentren y analicen información.
* Históricamente, las cárceles han sido lugares donde se legitima la explotación, la represión y el control gracias al título de “criminales” que se les adjudica a los que caen en ellas. Dada la vulnerabilidad de los internos, son las cárceles uno de los sitios en los que está más desarrollado el negocio de la protección y la consecuente conformación de mafias dedicadas a ello.
* Se ha desarrollado la diversificación de los negocios controlados por las redes de mafias que se han conformado, así, controlan también el mercado de las drogas, armas, personas y órganos.
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