La democracia no existe en el mundo, es una cortina de humo que oculta la explotación de los asalariados por parte de las oligarquías del capital. Los países "democráticos" que presumen del bienestar de sus ciudadanos viven del saqueo de países del llamado "tercer mundo" y del lavado de dinero del narcotráfico (intrincada red de mafias legales e ilegales que, desde el Estado, y apoyadas en éste, pugnan por mayores ganancias a costa de las multitudes asalariadas).
La democracia dentro del sistema capitalista es una falacia; en las épocas de crisis se desenmascaran claramente los intereses de los distintos grupos en lucha, quedando a la vista como el régimen político utiliza el discurso de la democracia mientras oprime, extorsiona y reprime a las mayorías asalariadas en coordinación con los dueños de los medios de producción nacionales y extranjeros.
No podemos apelar a la democracia y la legalidad mientras estructuralmente una clase en el poder, que es minoritaria, siga siendo la “patrona” de las multitudes.
En el caso concreto del gobierno capitalino y la huelga en la universidad de la ciudad, se observa que el GDF y su jefe Ebrard han protegido tácitamente a la rectora de la UACM, Orozco, y su grupo de poder. Ambos grupos, como autoridades de instituciones públicas, han estado obteniendo ingresos millonarios a partir de la privatización del capital público. Ante éstos actos de robo, la comunidad unversitaria está en huelga y los grupos en el poder se oponen por todos los medios a renunciar a sus privilegios. La última expresión de ésto es que en días pasados las autoridades correspondientes del Distrito Federal, no aceptaron la denuncia de los estudiantes en huelga de la UACM -plantel Cuautepec- frente a las amenazas y agresiones que incluyeron disparos frente a la universidad por parte de grupos afines a la rectora.
Hoy más que nunca es necesaria la necedad que canta el Silvio:
“la necedad de asumir al enemigo,
la necedad de vivir sin tener precio.”
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