… pero para
saludar a una huelga no basta con mandarle aplausos virtuales, eso ya lo sabemos, sino que hay que
intentar ir más al fondo del asunto de tal modo que, al menos, nuestras
preguntas sean capaces de abrir una brecha colectiva hacia las respuestas…
evitar que en
estos niveles de la acción política nuestra propaganda permanezca en el
trascendentalismo abstracto de los estados de ánimo –así le llamaremos por ahora—del
budismo o en el puro y abierto (open open) aforismo kafkiano…
en las
condiciones actuales de estado de excepción y super-explotación de la fuerza de
trabajo:
¿qué significa una huelga en el centro de enseñanza
superior de la Universidad, el punto que concentra a lo más avanzado del
proyecto de “izquierda” que dominó la capital desde 1997?
¿representa
la lucha de los trabajadores y estudiantes de la UACM al grueso de los
empleados y servidores que trabajan sin ningún tipo de derechos laborales o
políticos para las autoridades del Distrito
Federal?
¿dónde
poner el énfasis para generalizar la huelga como forma de lucha: sobre las
condiciones de trabajo y la definición de los asalariados o sobre las
reivindicaciones políticas de autonomía y democracia? ¿O sobre ambas?
los
huelguistas, al parecer, presentan su problema particular ante la Comisión de
los Derechos Humanos del Distrito Federal como si se tratara de algo
relacionado con los “derechos humanos” (esa abstracción liberal) y no con el
modo opresivo y extorsionador en que opera como patrón el régimen político del
capitalismo mundial, de izquierda a derecha.
¿no habría
que plantear el asunto en relación a la lucha de clases que se produce en estos
momentos críticos por la distribución de la plusvalía social entre los dueños
de los medios de producción y la multitud asalariada?
(nos
amanecimos hoy con que casi 30 mil maestros en Chicago estallaron una huelga.
Además de más salarios, los docentes exigen participar en todos los niveles en los
procesos de evaluación por medio de los cuales son excluidos. La huelga podría generalizarse
desde las principales ciudades del norte
de América hasta Buenos Aires, Santiago y Valparaíso…
la huelga
tendrá así, desde el principio, en la ola actual de la guerra popular
prolongada, un carácter internacionalista
****************
por otra
parte, análisis y cuestionamientos más finos:
--¿qué
fuerzas concretas se enfrentan en la huelga?
¿cuál es su historial y su programa?
¿hasta
dónde es deseable y pertinente prolongar una huelga si ésta no trasciende sus
peticiones particularísimas en medio de una crisis general?
Y si la
huelga, hoy, cualquiera que sea, no se plantea abanderar una lucha a fondo
contra la militarización y en contra del monopolio privado de los medios de producción
y del dinero, entonces sus miras seguirán siendo cortas, a la vez que
estrechas.
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