Yustilenia tiene más de treinta años pero aparenta tener diez menos. Su cabello negrísimo, su sonrisa blanca que mucho tiene de niña con esperanza. Estudia filosofía en la UACM, cursó tardíamente la prepa en el IEMS gracias al proyecto de educación media superior instrumentado por el gobierno de López Obrador. De no habérsele abierto esa posibilidad habría tenido que seguir muy probablemente en su horizonte reducido de la cocina, aunque quién sabe, porque fue cocinando con el joven Nando que decidió ponerse a estudiar filosofía. El joven Nando sí que estaba loco. Llegaba con recetas hindús y tailandesas de exquisitos currys y se metía en cada sesión unos tres o cuatro mezcales. Se inspiraba. Cocinaba cantando. Hablaba de jeguel y de un tal Marx. A Yustilenia se le quedó el nombre. Luego, en las prepas, supo que Nando no estaba tan loco y que muchos profes lo comentaban. Sí, ese Marx sonaba.
Yustilenia vive en la periferia del suroeste de la Ciudad de México, allá por la Tlalcologia, a un lado de Tlalpan. Muchos jóvenes humildes de esa zona se inscribieron en las preparatorias, avanzaron socialmente, cursaron sus licenciaturas. Ella sueña con liberarse de la servidumbre de ser criada en los hogares de clase media. Sueña también con liberar a su madre de ese horrible oficio. Y ahora entiende porqué muchos en el barrio gritaban ¡AMLO!, ¡AMLO! ¡AMLO!
Las preparatorias de la Ciudad de México, en el momento de nacer, reclutaron a muchos académicos que habían quedado excluídos de la UNAM, UAM, IPN y UPN; buena parte de estos académicos con nuevo empleo en el sistema de educación lópezobradorista contaban con experiencia en la militancia de izquierda y abundaban entre ellos los magonistas o anarco-comunistas. Había un buen grupo de extranjeros, incluso marxistas entre ellos. Dejaron sus enseñanzas sobre el estudiantado, pero ahora muchos paristas dudan acerca de su coherencia.
Dice una de ellas, amiga de Yustilenia:
--Bastó con el sueldo que les pagan, de 20 mil pesos para arriba, para que se olvidaran de sus ideas juveniles. Ahora no dormirían en una barricada ni aunque esa noche se bailara entre los paristas. Los hemos extrañado en esta huelga a la mayoría, porque hay honrosas excepciones, vinieron el primer día pero ya después no se pararon.
--Mucha Escuela Crítica, mucha Escuela Crítica --completa Yustilenia--, pero a la hora de la hora se quedan disertando en la cafetería sobre el estado de excepción walterbenjaminiano en la vida cotidiana.
--jajajajajajajaja
¡Calma! ¡Tranquila, Yustilenia! Te han hecho enojar, lo han buscado y lo han logrado, se aprovechan de tu estado para ahora actuar ellos con la cabeza bien fría. Y obviamente no me refiero a los profesores de marxismo que, como dijo Foucault, son ellos mismos la prueba viviente de la contradicción, sino a los otros que son los verdaderos enemigos, los que se burlaron de los paristas en la mesa de negociaciones, los que lucran con instalaciones, laboratorios e investigaciones de la Universidad para servir a las grandes empresas trasnacionales, los que ahora quieren meter a la policía e imponer el orden contra los paristas.
Sí, Yustilenia y sus amigas están enojadas.
Y mucho.
Y es que acaba de venir el pirruris ese que pasa por gramsciano a decirles en pocas palabras, en ese lenguje mierda y rascista de los pirruris cuando se enojan a la hora en que alguien al que ellos tienen como subalterno se atreve apenas a contradecirlos, sí, pinches nacas, ahora sí muy calientitas pero que tal cuando las trajeron con la zanahoria de que el Peje iba para preciso, jajaja, y ustedes que se la creyeron, sí, sí, va para preciso, soñaban, y hasta se hacían colaborando con él en su gabinete, al cabo que un hombre tan honesto e iluminado sí sabría apreciar las cualidades y el trabajo honrado. Se hacían ya licenciadas con la silla en el poder. Ajá, todo el poder para los jóvenes proletarios de la Universidad crítica, esa conciencia de la sociedad toda que los dogmáticos no adivinan, nada, el programa de José Revueltas realizado en la UACM, ajá, sí, pero ¡lástima, Margarito! ¡Otra vez fuiste burlado! Por supuesto que ahora no te queda sino treparte al vagón de los desesperados e indignados, venir a pujar con tus utopías.
--¡Jijo de su...!
Está furiosa Yustilenia después de tamaña provocación. Y es que ella, en verdad, no puede ser tratada así, eso piensa. Al principio, en la prepa, si soñaba con que AMLO fuera el presidente. Soñaba con un México distinto en el que la gente pobre tenga oportunidades. No comprende a Nando cuando despotrica contra Andrés Manuel, ella le dice así, de cariño, a él sí puede decirle así. Nomás no entiende a Nando..., pero lo oye, es bueno oírlo.
Luego pasó lo de la APPO en Oaxaca y lo de la toma de Reforma. Yustilenia vivió de cerca ambos acontecimientos y sacó sus buenas enseñanzas. Ya para entonces había pasado a la licenciatura de Filosofía y empezaba a mirar con ojos más críticos, o quién sabe, porque al principio todo era quedar con cara de what frente al concepto filosófico y al discurso por conceptos, hasta que después de mucho llorar por las noches de desesperación e impotencia fue entendiendo... Aprendió primero a poner etiquetas, un mecanismo de defensa muy usual en la academia: que este es de la escuela de Viena y este otro es nominalista, aunque al principio no entendiera... Descubrió en política con su estudio y experiencia: el lópezobradorismo es puro populismo. Algo muy distinto al marxismo. Nada que ver. Su política pacifista y estatista solo amarra las manos del proletariado y de la resistencia. A Yustilenia cada vez le parecen las cosas más claras. En la práctica el marxismo está arrumbado en la UACM. Con decirte que el marxista es Dussel ya con eso te digo todo. Se permite en ella cualquier tipo de filosofía mexica o oriental pero el marxismo ¡no! porque es puro eurocentrismo. Ya a estas alturas Yustilenia no cree en el morenismo. Sus amistades del barrio solo se acomodan. Y su querido maestro de marxismo, alguien a quien ella realmente llegó a admirar por ser una excpeción dentro de la UACM, se desapareció apenas comenzó el paro.
Uno de los amigos de Yustilenia a quien apodan El Piñeta toma la palabra y asegura estamos jodidos, el propio enemigo ha tomado la conducción de nuestro paro. Los morenistas tomaron ya el control de todas las comisiones y desplazaron de ellas a nuestros mejores elementos. Ahora se disponen a sacrificarnos en aras de un ¡derecho o muerte!, el tono pestilente de aquella "ultraizquierda" del artículo tercero constitucional que llevó al CGH a la derrota militar por no saber retroceder a tiempo.
De todos modos, dice la de atrás, no es momento de abrir un frente contra la dirección del paro sino imponer nuestras directrices dentro del movimiento.
Así que en el proceso Yustilenia llegó a la posición que mantiene ahora: ¿para qué queremos a Esther Orzoco en la dirección de nuestra Universidad? ¡Esta Universidad es nuestra y no de las trasnacionales! ¿Para qué queremos a una rectora impuesta por las mafias del GDF? ¿Para qué queremos a una rectora si los estudiantes sabemos autogobernarnos?
--¡Sí! --grita "El Piñeta"-- ¡viva el autogobierno ahora!
y todas:
--¡Ni un paso atrás!
Aunque vislumbra bien Yustilenia el sentido profundo de la lucha comunista hacia la Comuna y el autogobierno de los trabajadores, por ahora está ganada por el anarquismo reinante entre aquellos estudiantes de la UACM que ya rebasaron por la izquierda al lópezobradorismo. Pero su posición para la táctica, por sincera y neta que sea, por "justa", está muy lejos de ser la correcta y lleva a la derrota.
Se trata justamente del asunto que separa a los comunistas de anarquistas y neozapatistas. Para nosotros, en nuestra estrategia, el Estado de la Comuna y de autogobierno sólo puede ser impuesto como resultado de la insurreción general. Descartamos la posibilidad de que se produzca la liberación paulatina y gradual de zonas, espacios sociales e instituciones dentro del Estado capitalista y el mercado mundial, aunque dialécticamente concebimos la formación del partido del proletariado como el impulso sobre el movimiento hacia la insurrección general y a la instalación del congreso general como forma de gobierno de los explotados. Las autonomías particulares dentro del estado capitalista devienen en privilegios, pero en la UACM llevaría en este momento a la destrucción de esa institución.
Impulsar el autogobierno en la UACM, hoy, dentro del Estado actual capitalista y en la situación concreta de la correlación de fuerzas en la fase del movimiento es, simplemente, hacerle al anarquismo ingenuo.
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