Practiquemos regularmente el ejercicio de distanciarnos de lo "normal" para analizarlo. Vista de lejos, la normalidad no parecerá tal. Miremos críticamente la sociedad, así nos daremos cuenta de que nuestro mundo - tal y como lo conocemos- es un absurdo y está de cabeza... pero podemos cambiarlo.

23 may 2010

el rostro de Ebrard y de la izquierda


Víctor Camacho publicó hoy en La Jornada esta otra evidencia: a manos libres, una vez que se tejió la tregua con el narco a partir del último levantón, los  poderes del Estado proceden a hacer la "limpieza". En este flanco no hay ni concesiones ni mano guanga. Y a quienes hacen changuitos para que "el cambio" se produzca por la "reforma del Estado", decimos que no se sigan haciendo patos.

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