¿Podría alguien, algun@, que no pertenezca a las teorías conspirativas, explicarnos cómo es que las guerrillas "estalinistas" (así dicen) de Colombia, las FARC concretamente, pudieron sobrevivir a Stalin y a los sobrevivientes del estalinismo en América Latina que no pocas veces intentaron hacer de mediadores en el acto de ponerles precio?
Supimos con el tiempo, por confesiones del propio Fidel Castro, que alguno de sus llamados a Marulanda Vélez Tirofijo para que dejara las armas y pasara a otras formas de lucha ("tú sabes, chico, te lo digo yo, el mundo ha cambiado y ellos construyeron ya una superestructura democrática que expulsa y aísla toda forma violenta") coincidió con compromisos de Clinton para dar a conocer algunos hechos relacionados con el terror anticubano perpetrado desde Miami. Ya no nos extrañó tanto esta conducta de pequeño tendero de parte del jefe de la "Revolución cubana", pues ya había venido acá a apuntalar a su compadre Gutiérrez Barrios en el gobierno de Salinas de Gortari.
Pero dejemos esas historias del poder para los seguidores actuales de Luis Spota... No llegan a ser novelas ni por casualidad.
La práctica guerrillera comunista --de comunismo rural-- que se practica en Colombia, Perú y algunas otras regiones de Los Andes, pertenece a la memoria histórica de los pueblos indígenas cuya existencia actual reivindica, en una negación del foquismo, la efigie de los guerreros. Fue ampliamente explícito el hecho de que los huelguistas de la Central Obrera Boliviana (COB) marcharan detrás de una manta con la imagen del médico internacionalista argentino cubano Ernesto Che Guevara. ¡Que tiemblen los masistas de Coyoacán camino a UAM Xochimilco!
¿Podríamos equiparar a las FARC con la guerrilla comunista que bajo la batuta de Ho-Chi-Min expulsó a los invasores franceses y yanquis de Vietnam? ¿Cuáles serían sus similitudes, cuáles sus diferencias? Me gustaría conocer un análisis al respecto, o más bien emprenderlo...
Lo cierto es que el farquismo no logró penetrar jamás hasta ahora --y en eso se emparenta con la historia en El Salvador-- en las ciudades criollas de Colombia. No dejan las FARC su condición de guerrillas campesinas y su discurso justiciero resulta inaceptable desde la perspectiva de una dialéctica urbana. El arte de la revolución que viene estribará en construir otro orden sobre la profunda contradicción capitalista campo-ciudad.
1 comentario:
Algo sobre los límites de las FARCC:
Farsa Arcaica de las Religiones del
Capitalismo y el Comunismo.
Todas las farsas y patrañas a las que nos dedicamos los hombres en lo que se refiere a sistemas sociales e ideologías, se resume y reduce a dos términos o palabras: Supervivencia Animal, y mientras no aceptemos simple y llanamente que ese es nuestro problema fundamental: El ser y actuar como animales, no importa cuan sofisticados nuestros sistemas e ideologías, su esencia y final serán inalterablemente fatídicos en nuestra lucha de unos contra los otros.
El intelecto del animal-humano no es nada diferente, en intento, al instinto del animal-biológico, los dos están programados para luchar por la preservación de sus existencias en el plano material y pragmático de la realidad.
En la historia Evolutiva del ser humano el verdadero eslabón perdido ha sido siempre y continuara siéndolo, hasta el momento de la verdad,
el Homo-Ángelus, el cual existe en el interior de la conciencia humana preguntándose constantemente: ¿Quien soy, de donde vengo a donde voy, existe un Dios creador? solo para ser suprimido por la persuasiva necesidad de sobre vivir y auto satisfacerse de la manera que su conciencia primaria, la animal, se lo sugiere según su situación social o material.
¡Pero basta de sofismas! ¡A la ley y al testimonio de la realidad! Y si después de ver y vivir nuestra tragedia social, de manufactura humana, todavía no nos amanece, entonces sigamos durmiendo, nuestro tiempo ha pasado y la esperanza no existe mas pues sucumbiremos ante la fatalidad de la cosmogonía eterna; tal y como lo hacen las especies animales constante e infinitamente. Porque después de todo ese es el destino terrestre de los animales y nosotros, animales–humanos, no somos nada especiales, a ese nivel, para no perecer por nuestra propia mano. ¡Ah! la miopía de los hombres. Todo con tal de no reconocer nuestra ignorancia. Todo con tal de no levantar el clamor al cielo en busca de la luz de la verdad: Amar a Dios con todo el ser y a nuestros semejantes como a nosotros mismos. Esa es la diferencia entre el ser natural y el ser espiritual. La verdadera llave, puerta y camino de una evolución humana trascendente.
Salvador Patino-Guzmán
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