Vino de la Huasteca y habla igual que sus paisanos los pájaros.
Energía vital florece en su verso que irrumpe a cantos.
Sus ondas vocales son magia.
Su 1975 es historia 18 años antes.
Cuando dice "la impresora" se enorgullece por su léxico insaciable.
Le corrijo: "No son búlgaros, son tibicos"
y exclama,
observa la forma.
Ni todos los pederastas que regentean las zonas de guerra
podrían exterminar tamaña alegría.
Le digo que escoja los libros, que los vea.
Le pregunto:
--¿Qué es lo que más extrañas de tu tierra?
-- (suspira) ...la vegetación.
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